La protagonista de este vídeo no quiere ponerse barreras ni límites por la edad que tiene. Quiere disfrutar de la vida, sentirse libre y sin ataduras, sin pensar en el tiempo que queda vida y vivir al límite cada segundo como si fuera un niño pequeño.
Esta anciana de 82 años, tal y como puede verse en las imágenes, no duda en acompañar a su nieta, en hacer una travesura más propia de unos niños de 7 años que de una mujer de su edad. Ni corta ni perezosa, la señora está dispuesta a amargarle la siesta a sus vecinos, ‘tocando’ el timbre y saliendo por patas cuando estos estén a punto de abrir la puerta.
https://youtu.be/dtwExV6SI6I