El exministro de Cultura, Jaime Castillo Butters, enfrenta una serie de graves denuncias por presunto acoso sexual y abuso de poder contra unas estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde es docente en la facultad de Arqueología.
La reciente revelación fue realizada por el periodista estadounidense Michael Balter a través de su blog en el cual hizo una recopilación de los testimonios de 5 estudiantes que estuvieron bajo la tutela de Jaime Castillo.
De acuerdo a la publicación, las denuncias se refieren a “relaciones sexuales en serie con estudiantes que estuvo supervisando directamente durante muchos años; intimidación y represalias; actitudes sexistas severas, comentarios y acoso sexual; y explotación sexual de estudiantes que trabajaban en San José de Moro”.
Una estudiante contó lo siguiente: “comencé a presenciar una gran cantidad de comportamiento inapropiado y una cultura de masculinidad tóxica reproducida en todos los niveles. Todos estaban durmiendo con todos los demás, el consumo excesivo de alcohol era la norma, y los profesores afiliados sabían sobre esto y se sumaron a este comportamiento”.
Según la universitaria, en una ocasión en un sitio arqueológico, Castillo comentó «que las mujeres usaran menos ropa en las excavaciones».
Recordó además las burlas y actos despectivos que les daba a studiantes LGTBIQ+. Refirió que al quejarse de todo esto recibió represalias y Castillo empezó a acusarla de poco colaboradora ante otros arqueólogos, por lo que ella decidió abandonar su profesión.
UNA PROPUESTA INDECENTE
Otra estudiante contó que Castillo la presionó para que tenga intimidad con él, prometiéndole a cambio mayores responsabilidades en el sitio de excavación. Esta propuesta indecente hizo que ella también abandone la carrera de arqueología.
CASOS DE EXPLOTACIÓN SEXUAL
Un tercer testimonio describe la forma cómo Castillo usaba a sus alumnas para conseguir subvenciones de organizaciones.
Según la estudiante, ellas usaban ropa corta por el calor extremo de la zona de excavación. Pero Castillo las instaba a usar aún menos.
Una vez ella usó un sostén deportivo y un short, y Castillo se le acercó para decirle que use dicha prenda para que reciba a los visitantes de una organización que iba a darles una subvención.
En otra ocasión le pidió que se vistiera y bailara con visitantes, dignatarios y otros personajes que llegaban a San José de Moro.
“También me pedía que me sentara con los hombres en la cena o el almuerzo e incluso lo acompañara a otras fiestas para ayudar a entretener“, comenta en el artículo del blog.
“Fui utilizada como acompañante. Nunca fui agredida, pero él me puso nerviosa. Me usó de maneras realmente inapropiadas»
LAS INVITABA A SALIR
Otros dos testimonios revelan coqueteos persistentes. Incluso las invitaba a salir a tomar, a pesar de que Castillo estaba casado en esos tiempos.