Los tramitadores y falsificadores del Jirón Azángaro, en el Centro de Lima, han visto un negocio redondo: ofrecer carnets de vacunación falsos contra al Covid-19 para aquellas personas no vacunadas.
Esto se produce luego de que el Minsa anunció que a partir del 15 de diciembre próximo será obligatorio mostrar el carne o certificado digital de vacunación para acceder espacios cerrados como centros comerciales, bancos, transporte interprovincial, e incluso en el trabajo presencial si hay más de diez empleados.
Los puntos con más “tramitadores” se ubican a pocos metros de la Corte Superior de Justicia de Lima, de la Comisaría Cotabambas y del Palacio de Justicia.
UN CARNE BAMBA EN 30 MINUTOS
Según el portal Salud con Lupa, la falsificación de un carne de vacunación se realiza en tan solo 30 minutos.
En una incursión en el Jirón Azángaro, contactaron con un presunto tramitador que se hace llamar Michael. Él les ofreció al paso los carnets y otros documentos. El «tramitador» sacó su celular y les mostró los modelos.
Les aseguró que en treinta minutos hace las entregas en la puerta del restaurante Popeyes, en el Centro Cívico, o en las bodegas ubicadas a la espalda del Colegio de Abogados de Lima, en el jirón Carabaya.
Michael no trabajaría solo. También vieron a dos personas que lo observan de lejos y que, finalmente, lo acompañan en las entregas.
CON FIRMAS FALSAS DE ENFERMEROS
En su incursión periodística, el portal hizo la simulación de pedir un carnet de vacunación para su colaboradora bajo el nombre de «Maribel». Le dieron sus nombres, número de DNI y edad.
A partir de esos datos, los falsificadores calcularon qué vacuna debió recibir y las fechas de las dos dosis. La cartilla de cartulina contiene, además de sus datos personales llenados a mano, los sellos y firmas de las licenciados que participaron supuestamente en el proceso de vacunación: los enfermeros Carla Franco y Luz Campos.
La enfermera Luz Campos se sorprendió luego cuando vio su nombre en la tarjeta falsificada. Aseguró que lo que se muestra no es su sello ni su firma y que solo participó en el proceso de vacunación en julio.