El cabecilla terrorista Abimael Guzmán murió mientras dormía, el pasado sábado 11 de setiembre. Sí, el genocida responsable de las muertes violentas de más 35 mil personas, tuvo un deceso tranquilo en el reposo de su encierro.
«Me siento cansado», fueron sus últimas palabras que le dijo a su custodio, un joven marino que lo vigilaba día y noche.
El cuerpo de la ‘Bestia’ no tenía signos de maltrato alguno, según la autopsia que le practicaron.
Tras su muerte, muchos querían ver el cadáver del genocida. Este viernes, el semanario «Hildebrandt en sus Trece» publicó una foto del cuerpo de Abimael en el momento en que un perito de Criminalística ingresa al tópico del centro de reclusión de la Base Naval del Callao.
Los restos del terrorista, que falleció a los 82 años, serán incinerados. El presidente Pedro Castillo promulgó la norma que permite la incineración de los terroristas fallecidos. La ley había sido aprobada ayer por el Congreso de la República.