El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es un famoso ‘antivacunas’. Incluso, en el extremo del disparate llegó a asegurar que las vacunas contra la COVID-19 producen sida. Y ahora, se opone firmemente a que los niños sean inoculados.
El mandatario se resiste a vacunar a su hija de 11 años contra el coronavirus. Sin importar que lidere al país, su accionar sea emulado por millones de brasileños, ni que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizara la vacunación de niños de entre 5 y 11 años en pleno avance de la variante Ómicron.
«Espero que no haya interferencia del Poder Judicial porque mi hija no se vacunará, dejo eso muy claro; ella tiene 11 años de edad«, dijo Bolsonaro a CNN Brasil al comentar la decisión de Anvisa.
Por lo pronto, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski le pidió opinión al fiscal general sobre abrir una causa contra Bolsonaro por la amenaza a los científicos de Anvisa.
NUEVA LEY
Bolsonaro -quien padeció de coronavirus el año pasado- prohibió a las escuelas de Brasil que les exijan a sus alumnos estar vacunados contra el COVID-19. El decreto publicado en el Diario Oficial de Brasil sostiene que la exigencia “solo podría ser establecida por ley”. Las clases serán totalmente presenciales, tras haber funcionado en forma remota o mixta desde marzo de 2020.
El presidente de Brasil es uno de los mandatarios más negacionistas del mundo, que se opone al uso de mascarillas y otras medidas de prevención y hasta mantiene una firme campaña contra las vacunas, que hasta ahora recibió el 80 % de los ciudadanos del país mayores de 12 años, según datos oficiales.
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