Mientras la policía de Estados Unidos investiga aún cuál fue la causa de la masacre en la que acribillaron a cuatro peruanos hace unos días, la mamá de uno de los peruanos asesinados reveló que su hijo fue una víctima circunstancial en el múltiple crimen ocurrido en Virginia.
“Estuvo en el momento equivocado. Él había salido de trabajar y lo estaban invitando a almorzar en otro lugar. Pero ya se había comprometido con la señora Kelly (Sotelo), y por eso regresa a la casa a cocinar y a atenderlos”, contó Milagros Corrales, madre del peruano Julio Revollar Corrales, cuyo cuerpo fue encontrado junto a los otros tres peruanos de la familia Flores Sotelo en una casa en la localidad Woodbridge.
Milagros dijo que que los miembros de la familia Flores Sotelo eran muy buenas personas, cariñosas y que se habían encariñado con Richard.
“La señora Kelly le decía a mi hijo no me digas señora, dime tía Kelly, tío Miguel. Encajó tanto, le agarraron tanto cariño porque eran muy buenas personas”, afirmó la madre.
SU HIJO TENÍA APENAS 2 MESES EN EE.UU
Tras informar que su hijo recién tenía 2 meses y 10 días trabajando en Estados Unidos en condición de ilegal, la señora Corrales pidió a la Cancillería peruana para que la ayuden a viajar a ese país y poder repatriar los restos de su hijo al Perú.
“Que me den una visa humanitaria para poder viajar. Yo tengo dos hijos. Él (Richard) era el mayor. Nunca me imaginé esto”, señaló.
Dijo que la noche anterior al crimen se pudo comunicar telefónicamente con su hijo; “mamita ya salí de trabajar, voy a la casa (de los Flores Sotelo) a cocinar. Yo le dije que más tarde lo iba a llamar, porque hablábamos mañana, tarde y noche”.
Según información policial, un hombre de 24 años de edad fue arrestado y acusado de homicidio a balazos de cuatro personas en una residencia de Woodbridge, Virginia, unos 45 kilómetros al suroeste de Washington.
Las víctimas fueron identificadas como Miguel Flores, de 44 años; Kelly Sotelo, de 42, Karrie Sotelo, de 19, y Richard Revollar Corrales, de 36. Este último, aparentemente, vivía en la casa como inquilino en el sótano.
El jefe de la Policía del condado Prince William, Peter Newsham identificó al sospechoso como Daniel Maine, domiciliado en Woodbridge, y ahora acusado con cuatro cargos de homicidio en segundo grado y dos por el uso de arma de fuego en la comisión de un crimen.
«La única palabra que puedo usar para describir esto es ‘insensatez'», dijo Newsham a los medios. «Carece totalmente de sentido que alguien pueda cobrar cuatro vidas de esta forma».
Según las autoridades, el sospechoso era conocido de otro miembro de la familia que también vivía en la casa, pero no estaba presente cuando ocurrió el ataque.