Interpretar a Jesucristo en el cine pudiera ser una bendición para cualquier actor, lo cierto es que, en muchos casos, ha sido todo lo contrario. Es el caso del actor Jim Caviezel, quien sufrió de manera increíble durante la grabación de ‘La pasión de Cristo’ y nunca más volvió a destacar en la ‘pantalla grande’.
En 2003, Mel Gibson le propuso ser Jesús en su proyecto y le advirtió que el personaje sería muy difícil y que podría ser maginado en Hollywood. Caviezel pidió un día para pensarlo. Veinticuatro horas después su respuesta fue: “Creo que tenemos que hacerlo, aunque sea difícil. Y algo más, mis iniciales son J. C. y tengo 33 años. No me había dado cuenta hasta ahora”.
Las condiciones de trabajo fueron extremas. Maquillar a Caviezel implicaba ocho horas de tarea. Lo citaban a las dos de la madrugada para terminar a las 10 y comenzar a filmar. La grabación se interrumpía para “retocarlo”; si por mal tiempo se suspendían las tomas, dormía maquillado. Los productos eran resistentes, solo se quitaban en una ducha furiosa con agua muy caliente. la piel se le cubrió de ampollas que ante el mínimo roce le provocaban fuertes dolores.
Para las escenas del camino al calvario cargó una cruz de 70 kilos, el peso le dislocó el hombro. La crucifixión fue peor. Durante 15 días permaneció horas suspendido en lo alto de una cruz. En pleno invierno y apenas cubierto con un taparrabos, sufrió ataques de hipotermia. Temblaba de un modo tan violento que le acercaron tres calentadores. Funcionaban bien pero si soplaba viento podían quemarle las piernas.
El frío le congelaba los labios y los asistentes le pasaban paños calientes para que pudiera balbucear alguna palabra. Ni paños ni calentadores alcanzaron, y terminó con un ataque de neumonía. En una de las jornadas y con un viento fuertísimo, uno de los soportes de la cruz cedió y magulló aún más su hombro. En otra de las jornadas comenzó una tormenta y sufrió una descarga eléctrica que quemó parte de su pelo.
Según el relato evangélico, Jesús fue flagelado por los soldados. Al recrear la situación, para proteger al protagonista le colocaron en la espalda una placa de metal, pero uno de los actores calculó mal y al golpear le desgarró la piel. Caviezel se quedó sin aire y sin respirar por el dolor. “Estaba representando a Jesús, pero me sentía enfurecido como un diablo”.
La toma no sirvió para nada. Al caer doblado de dolor, la placa usada como protector quedó a la vista y hubo que volver a filmar. El incidente parecía olvidado pero unos días después, otro actor equivocó el golpe y le dio en la espalda lastimada. Otra vez el dolor fue tan intenso que su cuerpo se retorció, el movimiento descontrolado provocó que se cortara las manos con las anillas de metal a la que estaba sujeto. Cuando se acercaron a asistirlo notaron que en su espalda se le había abierto una herida de 30 centímetros.
A pesar de todo Caviezel vivió el rodaje como una “experiencia espiritual” y aseguraba sentir la “gran presencia” de Jesús en algunos momentos del rodaje. El actor estaba tan compenetrado en su papel que los extras contratados, al verlo pasar, de forma espontánea y fuera de guión se arrodillaban. Los vecinos de Sassi di Matera, pueblo donde asistía a misa, al cruzarlo por la calle se santiguaban y decían “Jesús”.
La película pasión de Cristo se estrenó en 2004. Fue rodada íntegramente en Italia. Y tiene una peculiaridad, y es que se rodó en latín, hebreo y arameo con subtítulos. Fue candidata a tres premios Óscar: mejor maquillaje, mejor banda sonora y mejor fotografía. Ganó veintidós premios cinematográficos y fue candidata a otros trece.
Tomado de DIARIO LIBRE
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