¡Gloria eterna al héroe! Miguel Grau Seminario, con su enorme corazón rojo y blanco, partió a la eternidad un 8 de octubre de 1879, defendiendo el honor de la Patria en un combate naval desigual.
Con 45 años, el militar y político peruano acudió al llamado del Perú para dirigir la campaña naval en la Guerra del Pacífico. Y de manera magistral, dirigió al pequeño monitór ‘Huáscar’ que tuvo a mal traer a las poderosas naves chilenas por más de seis meses.
La nobleza del almirante no tenía límites. Incluso, en lugar de ‘repasar’ a sus enemigos derrotados, los rescataba. «Gracias, Perú generoso», exclamaron los marinos chilenos. Su más célebre victoria fue en Iquique, el 20 de mayo de 1879.
GLORIA DE ANGAMOS
El 8 de octubre de 1879, el monitor ‘Huáscar’ y los enormes buques chilenos ‘Lord Cochrane’, ‘Blanco Encalada’ y ‘Covadonga’ se vieron las caras.
A las 9.40 a.m. de aquel día el ‘Huáscar’ abrió fuego contra al blindado ‘Lord Cochrane’, pero no le hizo mayor daño. El buque chileno respondió con cañonazos que causaron graves destrozos en el monitor peruano.
Su valeroso héroe murió al explotar su torre de mando. Sus reemplazantes, Elías Aguirre y Melitón Rodríguez, continuaron la lucha hasta que murieron por cañonazos del «Blanco Encalada». El teniente Pedro Gárezon, último jefe del ‘Huáscar’, intentó hundirlo, pero lo chilenos lo abordaron y lo tomaron.
Hace 142 años, Grau y sus valerosos hombres partieron al encuentro de Dios, con la satisfacción de haber ofrendado sus valiosas vidas por el Perú. Con justicia, el mar nacional se le denomina «Mar de Grau».