El retorno presencial a clases fue un desastre en Estados Unidos. Cerca de 142 000 niños en edad escolar en Florida han dado positivo a la COVID-19 desde agosto pasado, mientras que 9 menores y 54 maestros han fallecido desde julio debido a la enfermedad, según un informe actualizado de la Asociación de Educación de Florida.
El reporte revela la crisis en las escuelas públicas debido a la pandemia y a la desinformación, las medidas contradictorias de los diferentes gobiernos e incluso la «mordaza» a los datos públicos.
El Informe de Escuelas Seguras reseña que varios distritos escolares están al punto de ruptura en el estado y que 31 escuelas han tenido que cerrar completamente desde que reabrieron el pasado 10 de agosto debido a la explosión de casos y hospitalizaciones en Florida, que apenas ha empezado a rebajar en la última semana.
Según las estadísticas que lleva el diario Miami Herald basado en datos que el estado reporta al Gobierno federal, hoy se agregaron a las cuentas de muertos 1 064 fallecimientos más, que no corresponden necesariamente a un solo día, sino que no se habían reportado con anterioridad.
En el «Estado del sol», el gobernador Ron DeSantis enfrenta una pelea con al menos una docena de distritos escolares que obligan al uso del tapabocas, pese a que una medida estatal prohibió este tipo de medidas.