La corrupción salpicó a Chollywood. El cómico Alfredo Benavides no irá a prisión pero detrás de su caso judicial hay aún mucho pan por rebanar.
El abogado del ex alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, Alexander Leiva, reveló que Benavides estafó a su cliente con la compra de un departamento en la cuadra 8 de la Avenida 28 de Julio, en el distrito de Miraflores.
“Lo que sucede concretamente es que el señor Benavides Gastello, aprovechando de alguna manera la condición en la que mi patrocinado se encontraba en ese momento (inmerso en un proceso penal por enriquecimiento ilícito y lavado de activos), le propone a Carlos Burgos Horna ser quien aparezca como propietario del departamento de Miraflores y una serie de cosas que no puedo detallar más a fondo», declaró el abogado de Burgos al semanario Hildebrandt en sus Trece.
NIÑO ALFREDITO SE QUEDÓ CON EL DEPA
Añadió: «(Benavides) termina quedándose con la propiedad. Entonces, cuando el señor Benavides dice en la audiencia de prisión preventiva que mi patrocinado, el señor Carlos Burgos, lo estafó, no es exacto. Mas bien ha sido al revés”, denunció el letrado.
Contó además que Burgos denunció a Benavides y el caso judicial está en la 15° Fiscalía Provincial Penal.
“Es más, en la 15ª Fiscalía Provincial Penal hay ahora un proceso abierto seguido por Burgos Horna contra el señor Benavides Gastello y la señora Karin Marengo (esposa de Jorge Benavides). Ella también está comprendida en ese proceso, porque para el señor Burgos, ambos lo estafaron», afirmó el abogado.
DEPA DE MIRAFLORES ESTÁ VALORIZADO 132 MIL DÓLARES
Según la fiscalía, Alfredo Benavides hizo la operación para despistar. Inicialmente, fue Karin Marengo, cuñada de Benavides, esposa de JB, quien adquirió el inmueble por 132 mil dólares.
Luego, en el 2013, la mujer vende el departamento al triple de su valor inicial a una empresa: Servicios Generales Boga S.A., cuyo
dueño es el exalcalde Carlos Burgos.
Burgos hace el pago con cuatro cheques de 100 mil dólares cada uno. Pero estos cheques no tenían fondos.
Pese a ello, Marengo no denunció a Burgos. En el 2015, sin embargo, Marengo resuelve el contrato de compra y venta y la propiedad pasa a nombre de Alfredo Benavides.
Este, a su vez, lo revende, en el 2018, a una joven llamada Briggite Huamán Escalante (que también ha sido considerada en el organigrama de la organización delictiva).
Según la fiscal Gálvez, estas operaciones fueron reportadas como sospechosas por la Unidad de Inteligencia Financiera.
