Audios comprometedores. Guido Bellido habría tenido estrecha cercanía con la organización criminal Los Dinámicos del Centro, antes de asumir el cargo de presidente del Consejo de Ministros.
El diario Perú21 presentó cinco audios que forman parte del caso Los Dinámicos del Centro -interceptados por orden judicial-, donde Bellido, militante de Perú Libre, pedía ‘balas’ (dinero) a Arturo Cárdenas -entonces secretario nacional de Perú Libre y conocido como ‘Pinturita’- en un plan para recolectar dinero con el objetivo de pagar la reparación civil del líder Vladimir Cerrón, condenado por corrupción.
“Pucha, por si acaso… estoy sin balas”, le dijo Bellido a Cárdenas, el pasado 4 de enero. “P… madre, ¿qué haremos?», fue la respuesta, pero “Escúchame… para la actividad de Cusco, apóyame, pues, con balas”. ‘Pinturita’, acorralado esta vez, no pudo esquivar el pedido. “Yo también estoy cero, misio”. Bellido insistió: “Moviliza a la gente”.
En otro audio, Cárdenas le ordenó a Bellido que fuera a un hotel en el Centro de Lima y que separe dos cuartos para los hombres que llegaban de Junín. “Ahí hay un hotel. A ver si me separas un cuarto. Yo voy a pagar. Dos cuartos. Uno para mí y otro para Waldemar (Cerrón)”. La respuesta sumisa fue: “Ya, ya. Yo voy a separar”.
INVESTIGACIÓN A FONDO
La Fiscalía Anticorrupción señala a Cárdenas como uno de los operadores de la organización que cobraba coimas a cambio de brevetes. El caso ahora se va a investigar en Lima porque la relevancia es tan grande después de descubrir que ese dinero ilícito financió la campaña presidencial de Perú Libre.
La tesis fiscal del caso Los Dinámicos del Centro señala que, por cada brevete ilícito, se les cobraba a los beneficiarios entre 500 y 700 soles. Cuando Perú Libre pasó a la segunda vuelta, desde las altas esferas del partido se ordenó aumentar el número de receptores.
Cabe recordar que Bellido fue parte del Comité Directivo de la revista del mismo partido –fundada por Vladimir Cerrón– usada como medio de propaganda y adoctrinamiento. Ahora, el premier tiene mucho qué explicar.
