Uno de los mayores ecosistemas del distrito de Ventanilla, en la región Callao, está en grave riesgo. Los Humedales de Ventanilla no solo ha sido amenazada por las invasiones sino ahora también podría desaparecer por los grandes negocios inmobiliarios del conocido empresario Moisés Ackerman Krikler.
El último 30 de octubre, el Concejo municipal de la comuna de Ventanilla aprobó una ordenanza que le da la zonificación de industria liviana a un terreno que está en pleno ecosistema de humedales del distrito chalaco.
El propietario de este terreno de 18 hectáreas ubicado sobre un humedal contiguo al Área de Conservación Regional de los humedales de Ventanilla es el empresario Moisés Ackerman, actual representante de la empresa Proyecto Ventanilla SAC
Ackerman Krikkler ha sido conocido por sus estrechos vínculos primero con Keiko Fujimori y luego con el extinto expresidente Alan García.
En la campaña electoral del 2011, Ackerman entregó la suma de 55,640 soles a la entonces candidata presidencial Keiko Fujimori.
En aquel año 2011, el alcalde actual de Ventanilla, Pedro Spadaro, llegó al Congreso con el fujimorismo. Resulta más que curioso que actualmente haya dado su visto bueno para otorgar el cambio de zonificación del terreno en cuestión a favor de la solicitud de Ackerman.
En tanto, en el 2018, por la jugosa «donación» que hizo a Fuerza 2011 (ahora Fuerza Popular), Ackerman fue luego citado por el fiscal José Domingo Pérez como parte de las investigaciones del lavado de aportes en dicha campaña electoral del 2011.
EL NEGOCIO CON ALAN GARCÍA
Un negocio que no le resultó redondo a Ackerman fue la venta de un terreno en Las Casuarinas a Alan García. En entrevista al portal IDL-Reporteros en octubre del 2019, Roxanne Cheesman, expareja de García, refirió que este compró ese lote, después de terminar su segundo mandato.
El terreno fue ubicado en la Calle Arenal y Pasaje Halcones, “sublote 9-D, de la Manzana F, de la urbanización Las Casuarinas Alta” fue pactada, de acuerdo con documentos entregados por Cheesman, el 13 de marzo de 2012 entre el vendedor, la empresa MAK JAI SAC, representada por Moisés Ackerman Krikler; y el comprador, Alan García Pérez. El precio se pactó en 420 mil dólares, a pagarse en dos cuotas con un plazo máximo de 60 días entre sí.
Sin embargo, la venta se dejó sin efecto. García tuvo que pagar una penalidad ascendente al 10% del precio de venta, que equivale a US$42,000.00 […] a favor de la vendedora”. Es decir, de Moisés Ackerman.
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