Octubre, el mes morado, representa una fe inigualable de un culto que año tras año atrae a miles de devotos que con fervor veneran al Señor de los Milagros. Pero, ¿cómo se financia la tradicional festividad? ¿Cómo el creyente puede acceder a cargar la imagen?
Empecemos por conocer a la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas, la cual es una organización católica sin fines de lucro integrada por 5000 hermanos, aproximadamente. Se divide en 20 cuadrillas y tres grupos (cantoras, sahumadoras, y hermanos honorarios), sin contar a los postulantes.
La Hermandad se encarga de difundir la fiesta y organizar la procesión de la sagrada imagen. Y son los privilegiados que llevan sobre sus hombros las andas por las principales calles de Lima (la última vez fue en 2019). La institución está dirigida por un Mayordomo General -nombrado por el Arzobispo de Lima- y es acompañado de un cuerpo de directorio.
HERMANO EN LA FE
Ser hermano implica una serie de responsabilidades económicas para poder financiar la festividad. El directorio general presenta un presupuesto a la junta de dirigentes, conformado por capataces de cuadrilla y secretarios, la cual se les informa el gasto anual para el mes de octubre y otras actividades.
Una vez aprobado, los miembros deben cancelar sus cuotas dividas en los meses previos al mes morado para que, de esta manera, se puedan costear arreglos florales, homenajes de cuadrillas durante la procesión, pago por derecho de pistas a la Municipalidad de Lima, juegos artificiales, banda procesional, cirios, alfombras florales, apoyo social al comedor del convento de las nazarenas (desayunos y almuerzos para indigentes) entre otras actividades.
¿Y EL COSTO?
Según la información, el pago que debe efectuar los hermanos varía. Depende las actividades u homenajes que cada cuadrilla realiza, además del presupuesto que se le debe dar al directorio general para que financie la organización. El monto podría alcanzar los 450 soles anuales que se divide para el directorio, cuota de cuadrilla, cuota de mortandad y licencia.
Además, como parte del reglamento institucional, los miembros que la conforman tienen una ardua responsabilidad y tareas que cumplir para estar aptos y cargar la imagen, entre sus responsabilidades se encuentran asistir a misas de guardia, reuniones de cuadrillas, actividades sociales, invitaciones procesionales, charlas espirituales entre otras. Todo esto es indispensable para asegurar su permanencia y evitar la suspensión.
El postulante debe registrarse en alguna cuadrilla, participar de las actividades y será llamada a cargar la imagen cuando algún hermano -por viaje, enfermedad o muerte- se vea impedido de hacerlo.
Para muchos hermanos, la experiencia de llevar sobre sus hombros las andas de la sagrada imagen es una experiencia excepcional. Y el enorme peso casi no se siente en plena unción mística.
Este año, por la pandemia de la COVID-19 no se realizó la procesión, pero se espera que la imagen del Cristo Moreno vuelva a las calles en 2022. De hecho, la procesión del Señor de los Milagros es considerada la más grande del mundo. Y en replicada en varias ciudades del mundo.
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