No creen en nadie. Los representantes de las rondas campesinas están decididos a brindar seguridad ciudadana en Lima Metropolitana a punta de bastones de madera y látigos. y llegaron hasta el domicilio de Pedro Castillo, presidente electo, para plantear el pedido.
Luis Bocanegra, secretario nacional de fiscalización de las rondas campesinas, señaló que la iniciativa busca combatir la inseguridad ciudadana en la capital y añadió que es viable porque en sus funciones no emplean armas letales. Además, aseguró que dichas patrullas urbanas trabajarían articuladamente con la Policía y el Ministerio Público.
«Estamos dispuestos a colaborar (en la lucha contra la inseguridad ciudadana). Hemos preparado el proyecto de ley para poder incluir las rondas urbanas en la Ley 27908 , ley de rondas campesinas, porque no podemos administrar justicia, actuar mientras no tengamos una ley, autonomía, eso es lo que estamos pidiendo al gobierno y él (Castillo) como rondero nos va a permitir», declaró Bocanegra.
Los métodos de los ronderos son poco ortodoxos: tras atrapar a los delincuentes, los desnudas y azotan públicamente con látigos de soga o bastones de madera. Eso, en el mejor de los casos…
Cabe señalar que las rondas campesinas fueron creadas hace más de cuatro décadas en la región de Cajamarca, 900 km al norte de Lima, para impedir los robos de ganado, pero en los duros años del conflicto armado interno (1980-2000) también se dedicaron a repeler las incursiones de los miembros de la agrupación terrorista Sendero Luminoso. Trascendió que existen 26.000 ronderos en los 19 distritos de la provincia de Chota (de 143.000 habitantes).
