Woody es el nombre de este perro pitbull que sufrió una severa lesión cuando aún era un pequeño: un altercado con otro perro dejó una marca en su rostro de por vida.
Dado que los huesos de la cabeza de los cachorros aún no están fusionados, se le desarrolló una malformación de forma permanente, su cráneo se sanó, pero esto lo dejó con una cara torcida. Sin embargo, se ve mucho peor de lo que realmente es. Woody puede respirar, jadear, comer y beber muy bien. Simplemente se ve un poco divertido.
Woody ha demostrado ser increíblemente dulce y cariñoso según sus cuidadores. Tenía la naturaleza juguetona de un cachorro, a pesar de que tenía casi un año. Ni siquiera su rostro permanentemente deformado podía empañar su felicidad.
Pero no todos lo ven así. Sus dueños originales en Tennessee lo dejaron después de mudarse de su casa quedando con una tristeza inmensa.
El Rescate y Rehabilitación de Animales con Necesidades Especiales (SNARR) de Estados Unidos entró en acción.
Courtney Bellew, trabajadora de SNARR, compartió detalles sobre Woody y su rescate. Principalmente sobre lo conmovedora que fue su historia y por qué se destacó.
Parece que su antigua familia nunca entrenó a Woody, así como tampoco nunca fue llevado veterinario. Courtney compartió que Woody era bastante rebelde, incluso si tenía buenas intenciones.
Y cuando finalmente encontró un hogar para siempre, su dulce personalidad era igual de embriagadora. Él ya estaba siempre preocupado por su nueva mamá. Su nueva mamá, Jamie Bond, tuvo mucha fiebre durante sus primeros días con ella.
Woody estaba muy preocupado y no se apartó de su lado en todo el tiempo.
“Él Sabía que algo no estaba bien y nunca se fue de mi lado. Se acurrucó conmigo en el sofá toda la tarde. Ahora él es mi sombra, siempre siguiéndome a donde quiera que vaya, asegurándose de que esté sano y salvo. A Woody le encanta acurrucarse en la cama y poner su cabeza en mi pecho”. – dijo Jamie Bond.
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